sábado, 3 de octubre de 2009

Justicia para JESSICA

Ayer viernes 2 de octubre alrededor de las 19 hs un grupo heterogéneo de unas sesenta personas llegó marchando a las puertas del Nuevo Hospital del Milagro para pedir JUSTICIA POR JESSICA. En el mismo se encontraban principalmente familiares de Jesica y sus amigos más cercanos, representantes de organizaciones de derechos humanos, y representantes del Partido Obrero.


De acuerdo a los dichos de la madre y la suegra de Jesica, ella murió después de casi un mes de agonía en la sala de terapia intensiva del hospital por una dificultad en la atención médica que recibió (comúnmente aludida como 'mala praxis'). Mónica Arias es la suegra de Jésica y ante todos y frente a las puertas del Nuevo Hospital del Milagro, como hablándoles a sus autoridades, dijo que… 'estuve 25 días al lado de la agonía de mi nuera porque ustedes hicieron una mala praxis. Me gustaría si alguno de ustedes tiene la cara de salir y decirnos algo o darnos una respuesta después de haberla matado acá en este hospital. Estamos sufriendo todos en la familia, ¿porque nadie nos dio una respuesta? ¿porqué? Eso es lo único que pido: justicia para Jesica'…Es en ese momento cuando se alzan todas las voces de los presentes pidiendo justicia.
En el grupo familiar, Mónica me expresó… 'Yo le digo que la lucha nuestra… esto me mantiene. Mi hijo está pasando por un estado depresivo tremendo. Jesica no está pero esta con nosotros. Ella era muy amiga de mi hija, desde los once años (y Jesica dejó de vivir a los 21 en el hospital). Esta lucha es lo que hoy a mi me da fuerza, una lucha para que a nadie más le pase esto. Voy a luchar en medio de mi ignorancia y mi pobreza, pero voy a luchar'.
Carmen Arias, la hermana de la nuera de Jésica, trabaja en su casa ciudadano sus nietos, y desde hace poco gana una pensión que le permite muy humildemente un pequeño ingreso con el que ayuda a la familia. desde hace muy poquito. Tiene a su cuidado al bebé que dejó Jesica. Él se llama Gael Maximiliano Gareca y nació en junio de este año 2009. El padre, Joel, es muy jovencito, tiene 16 años y trabaja casi todo el día en una panadería del centro de la ciudad. Carmen estaba emocionada cuando decía… 'lo que a mi me da rabia es que se queda [ese chiquito] sin su mamá'...

Pareciera que la demanda se ha plasmado en dos discursos bien diferenciados. O tres. Uno es familiar, el otro político.
El más primordial y humano es la solicitud y necesidad de las mujeres familiares de la víctima de 'ser recibidas, escuchadas, por personal jerárquico del hospital'. Este reclamo va de la mano de la exigibilidad de justicia a las autoridades judiciales.
El reclamo político deviene de la voz de representantes del Partido Obrero, cuestionando el régimen de privatización del Hospital. Un diputado decía… 'fuera Santa Tecla. Proponemos que el próximo miércoles hagamos una marcha por el centro para que toda la gente se entre lo que esta pasando con el gerenciamiento del hospital y con el caso de Jesica. Para que se haga más público, para que más gente se sume en solidaridad con la familia y rechazando este gerenciamiento privado que es el responsable absoluto de la muerte de Jesica, como también de otra que gente que no sabemos ni conocemos y que no se anima a denunciar, porque lo único que les interesa a ellos es hacer ganancia a costa de la vida de los trabajadores y las trabajadoras salteñas. Ya hay gente amenazada así que le proponemos si podemos hacer esta marcha el miércoles en la plazoleta cuatro siglos'. Finalmente se acordó una concentración el miércoles 7 de octubre a las 18:00 hs en la Plazoleta Cuatro Siglos.


Frente a las dos líneas claramente delimitadas de reclamos, compartí con las mujeres de la familia… '[el reclamo judicial] puede salir bien o mal, dicho por la experiencia adquirida en relación a mi litigio en la causa del asesinato de mi abuelo el ex gobernador Miguel Ragone; porque es muy difícil ir contra las corporaciones armadas, me refiero a los médicos y también a que la Justicia tiende a unirse con las grandes corporaciones de capitales, como en este caso de la medicina del hospital. La otra lucha sobre la que no hay que bajar los brazos es la de marcar a los responsables a partir de la generación y organización de los movimientos sociales que es esto que estamos haciendo. Porque la justicia también es para nosotros los familiares de casos de injusticia, que nos encontremos con gente que ha pasado igual y nos devuelva el sentido de nuestras vidas. Eso es lo que nos sostiene en casos de mucha soledad, porque a veces uno tiende a sentir que a nadie le importa lo que nos está pasando. Ahí es cuando tenemos que empezar a buscarnos. Se trata de dos luchas distintas, la familiar y la política'.