lunes, 9 de diciembre de 2019

Conversatorio entre ex hijas de genocidas y militantes de derechos humanos


Miradas convergentes desde trayectorias opuestas en el terrorismo del estado argentino setentista: conversatorio entre ex hijas de militares participantes en el genocidio y representantes de organismos de derechos humanos en Salta. 


Mariana Dopazo y Florencia Lance (centro),
Blanca Lescano (izq) y Elena Corbalán (der) en el Conversatorio

La Maestría de Derechos Humanos de la UNSa conjuntamente con la Mesa de Derechos Humanos de Salta desarrolló el conversatorio con ex hijas de genocidas argentinos de la dictadura 76 - 83 en el marco del denominado "Proceso de Re organización nacional".

Florencia Lance y Mariana Dopazo fueron invitadas por la Universidad Nacional de Salta. Durante el encuentro desarrollado en el Salón del Centro Cultural de la Universidad, establecieron contrapuntos con familiares de víctimas del terrorismo del Estado argentino en la misma época. Blanca Lezcano y Martín Arancibia, presentaron visiones de la época y marcas en sus trayectoria vitales al únisono de las voces de quienes rechazan en sus propias identidades, las marcas de los padres varones con quienes crecieron; los mismos que fueron responsables de sostener el terrorismo estatal. Miradas convergentes desde trayectorias opuestas que dan cuenta del daño que la violencia política setentista, produjo en la subjetividad de los argentinos.

La presentación y articulación del conversatorio estuvo a cargo de la periodista Elena Corbalán, actualmente corresponsal y directora de la oficina de Página 12 en Salta.



Presentación por Elena Corbalán





Palabras de Florencia Lance,




Palabras de Mariana Dopazo, ex hija de Miguel Etchecolatz


Mariana Dopazo es psicoanalista y lic. en Psicología. Magister en Psicoanálisis.  Investigadora. Docente universitaria  UBA  y Universidad Kennedy. Integrante del Área Subjetividad y DDHH de Territorios Clínicos de la Memoria (TeCMe) donde forma parte de la investigación “Genocidio y filiación”.

Piensa Mariana Dopazo. Fuentes varias
... "El impacto que produjo el fallo del “2x1” (la Corte Suprema de Justicia resucitó, para beneficio de represores juzgados por crímenes de lesa humanidad, la ley 24.390 con el objetivo de reducir las penas) significó para la sociedad argentina, entre otras cuestiones, el surgimiento de una voz inédita y no calculada: la voz de los hijos y las hijas de los genocidas quienes, por primera vez, hicieron público el repudio contra sus progenitores al visibilizar que para ellos “la justicia se volvió injusticia” (http://tecmered.com/si-la-justicia-fuese-justa-seria-justicia/) cuando el propio Estado, a través del Poder Judicial, impulsó políticas de impunidad. 
Así, frente a un acontecimiento que hizo vacilar la eficacia de la ley en el seno mismo de lo jurídico, otro acontecimiento, de gran impacto simbólico, se erigió en la sociedad argentina dando lugar a un nuevo actor social, las hijas e hijos de genocidas.
Y este nuevo actor social conllevó la visibilización pública y testimonial de ex hijas de genocidas que apelaron a la justicia para suprimir y sustituir un apellido paterno emparentado con el horror. (Podcast: Ex hijas de genocidas (9-8-2017) en FM La Tribu, Bs. As. ) Y en este acto que toca significantes estructurales y estructurantes del sujeto inmerso dentro de la cultura (la filiación, la ley y la subjetividad), ellas mismas se nombran, acudiendo a los resortes legales como último eslabón en lo que entienden un “acto inédito a posteriori” (https://www.pagina12.com.ar/56302-no-le-permito-mas-ser-mi-padre).
Justamente, cuando el Estado impulsa políticas de impunidad surge desde el interior de sus estructuras jurídicas un fallo que dice y reconoce que esos progenitores están acusados y cumpliendo condenas por crímenes de lesa humanidad, por lo tanto esto entienden como “justos motivos” para proceder a la supresión y sustitución del apellido en tanto este es una deshonra y un deshonor, enmarcado en el Terrorismo de Estado.
Se trata, entonces, de las voces más íntimas que repercuten con fuerza en el cuerpo social, actualizando la doble función que tiene la ley: por un lado otorga derechos y por otro sanciona, manteniendo así su eficacia simbólica.  
Así referida, está en su decir que “la posibilidad de filiarme a otra cosa tiene como antecedente a la Ley, pasar de un nombre que nunca me representó a otro que sí, es un proceso solo posible con el psicoanálisis” (https://marencoche.wordpress.com/2018/05/29/clinamen-hijos-e-hijas-de-genocidas-parte-ii/, Mariana Dopazo, 29-5-2018).
En este sentido este acto inscribe algo nuevo porque “no se trató de querer sacarse algo que no me gusta, es algo mucho más complejo, resultaba deshonroso llevar el apellido de un ser que estaba filiado él mismo al horror, aún antes del ejercicio de su función dentro del aparato de muerte estatal” (https://marencoche.wordpress.com/2018/05/29/clinamen-hijos-e-hijas-de-genocidas-parte-ii/, Mariana Dopazo, 29-5-2018) 
El cambio de apellido inscribe algo que permite delimitar la frontera de una paternidad que en su función  no puede conjugarse con la crueldad. Son excluyentes. 
Se trata de pensar dos coordenadas ineludibles: crueldad y obediencia/desobediencia, en tanto ambas en su centralidad remiten a la construcción de una decisión que tiene como cierre y apertura en mi caso a lo siguiente:  “no le permito más ser mi padre” y nombrarme como “ex-hija”.


Palabras de Blanca Lezcano






Palabras de Martín Arancibia





Reflexiones de Mariana Dopazo
Una tesis sobre la identidad femenina y la relación subjetiva hija - padre en la construcción de la identidad: ..."la función paterna no puede alojar la violencia"..."quien habita la crueldad no puede habitar la función paterna"...



Pensar los límites de la crueldad ..."la desaparición del otro por pensar diferente... acotado a un contexto de la época"...



Conversaciones con el público
Preguntas de Fernando Pequeño de Asoc Miguel Ragone, a Mariana Dopazo y Florencia Lance


En una época en que los varones aparecen tan vapuleados por los cambios culturales producidos en la lucha contra las violencias de género:

  1. ¿La función paterna desde la piensas solo en un varón o puede pensarse también en una mujer? 
  2. ¿Cómo hacen para negociar el lugar de víctimas y poder salirse del mismo? Cuando las quieren poner constantemente en ese lugar. 
  3. ¿Creeen que la policía y el ejército pueden ser alguna vez en nuestras sociedades algo mas que "el brazo armado de la fuerza política para matar"? Porque ustedes han crecido involucradas en esas instituciones subjetivamente. 
  4. ¿Pueden contarnos algo del lugar de sus madres en ese proceso que les permitió romper con el lugar y el mandato de sus padres? 
La relación de Mariana y Florencia con sus madres.




Florencia construye una mirada en contra de la victimización que sería extensiva al colectivo de ex hijas(os) de genocidas



Blanca Lezcano advierte sobre la diferencia entre un enfoque individual de la subjetividad del policía o los actores de la seguridad, y la consideración institucional de las fuerzas de seguridad en las políticas públicas elegidas e instaladas por un gobierno determinado en un tiempo histórico.