El día jueves 25 de
abril se llevó a cabo la tercera reunión en el Concejo Deliberante de la ciudad
de Salta para la elaboración de una respuesta que brinde soluciones posibles y
efectivas a la problemática que atraviesa el Barrio Hernando de Lerma en
relación a la oferta de la actividad sexual en sus calles, una problemática que
afecta especialmente a dos grupos: los vecinos y las personas que desarrollan
la actividad.
Fernando Pequeño, presidiendo a la Asociación Miguel Ragone, exponiendo en el debate iniciado en el Concejo Deliberante de la Ciudad de Salta. |
La problemática de
fondo conduce a un serio análisis y a un gran compromiso político por parte de
los legisladores provinciales para derogar los artículos del Código Contravencional
que sustentan el disciplinamiento discrecional de la autoridad policial bajo la
figura de “escándalo en la vía pública”.
Representantes de la comunidad trans y vecinos buscando soluciones a la problemática. |
Cuando la prostitución evidencia la exclusión
El fenómeno de la
prostitución condensa varios significados debido a que contiene en sí
diferentes aspectos tales como clase social, etnia, género, edad, combinados en
un espacio urbano que actúa a manera de mercado sexual. Es por ello que en una
primera instancia pareciese que no se pudiesen encontrar las respuestas que
satisfagan los pedidos de tranquilidad (y seguridad) de los vecinos y de las
personas que se prostituyen, y sobre todo cuando en los debates que se plantean
los organismos estatales principalmente involucrados no participan y dejan a la
policía como la responsables de ejecutar
acciones amparadas en reglamentaciones que apelan a conceptos moralizantes que
no hacen más que profundizar la marginación social de un grupo en particular.
Es por ello que las
respuestas no deben limitarse a proponer zonas rojas en espacios urbanos donde
los vecinos no se sientan afectados o la derogación de herramientas que
justifican y apañan el abuso policial.
Entonces las
respuestas tanto para vecinos como para los grupos señalados como “generadores del conflicto”
deben atender esa diversidad, a esa
complejidad, y al sistema estratificado donde las jerarquías sociales operan de
manera desigual en la reproducción de las desigualdades, que en nuestra ciudad permea las estructuras de la burocracia
estatal por lo que cualquier política pública de inclusión de grupos estigmatizados
(por género, etnia, identidad sexual) siempre se enfrenta a barreras difíciles
de sortear.
Estos conflicto
surgidos a raíz de la prostitución de cuerpos y sujetos disruptivos de espacios
urbanos que se pretenden ataviar con ropajes de tranquilidad, decencia y
seguridad no hacen más que demostrar una vez más que son la negación de
derechos, la inacción y la violencia institucional del estado y sus organismos
y la exclusión social los que afectan a la dignidad de quienes se prostituyen
como a los vecinos que reclaman por la tranquilidad en sus calles.
Por eso mismo las respuestas deben atender a
todas estas aristas, que hacen de un conflicto aparentemente circunscripto a
unas calles un fenómeno heterogéneo, como así también deben demandar la plena
participación de un Estado quien es en definitiva el que debe procurar la
planea vigencia de los derechos de todos los y las ciudadanos/as.
Como Asociación que
promueve y trabaja en concretar los principios rectores de paz e inclusión de
los más desfavorecidos defendidos con pasión por el Dr. Ragone, nos hemos
comprometido en colaborar y acompañar a cada grupo involucrado en esta
problemática con el objetivo de reconstruir los sentidos de ciudadanía
democrática e inclusiva necesarios para una sociedad cada vez más justa y mas
libre.
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