El testigo Carral no fue citado por la familia Ragone, sino por los Fiscales.
En su declaración de ayer en el Tribunal Oral Federal, no aportó elementos importantes respecto de lo ya investigado y comprobado en el juicio de 2011, en relación al desplazamiento de los vehículos que trasladaron el cuerpo muerto de Miguel Ragone y la identificación de los hombres que posiblemente iban en los autos. Sin embargo es destacable su valor y su entereza para declarar después de tanto tiempo.
Es un hombre para quien Miguel Ragone fue una persona querida y valorada.
Se trata de un testimonio que contradice algunas cosas ya suficientemente probadas en 2011, pero muy valioso en el sentido que fortalece la hipótesis del destino final del cuerpo de Ragone en el Dique Cabra Corral. Al respecto mencionó haber visto los autos en Coronel Moldes, si bien los horarios y los colores de los mismos no coinciden con lo ya probado en el Primer Juicio Oral.
Su testimonio debe ser considerado a partir del efecto que los medios producen en la memoria, ocasionando que se mezcle el pasado lejano con el relato de verdad jurídica que reproducen a partir de la efectivización de los juicios de lessa humanidad desde 2006 en todo el país. Sumado a que pasaron 40 años de los hechos. Sin embargo, es valorable su intención.
Recordemos que en este juicio se investigan las responsabilidades de los policías de segundas y terceras lineas en funciones en la década del 70, que obstaculizaron la investigación y liberaron la zona. Y también la responsabilidad de agentes espías encubiertos del Ejercito, que aunque no oficialmente, comandaban el aparato de espionaje de la Policía local.
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